País circular, mucho más que reciclaje

Desechos para unos, tesoros para otros. Partiendo de esta idea en la que los residuos son, en realidad, recursos que están pidiendo a gritos ser reutilizados, queremos viajar por el mundo y conocer un poco más la economía circular que están aplicando y viviendo muchos países.

La economía circular está inspirada en la naturaleza y busca establecer procesos que permitan reutilizar la materia prima, casi indefinidamente, a partir de los recursos renovables. Es un concepto económico que como define economiacircular.org, se relaciona con la sostenibilidad y plantea “cerrar el ciclo de vida” de productos, servicios, residuos y recursos renovables, para que mantengan su valor durante el mayor tiempo posible y reducir al mínimo la generación de residuos.

Transformación desde la raíz

La tasa media de generación de basuras per cápita en América Latina (en los países cuyo idioma oficial es español o portugués) es de 0,87 kg al día, lo que supera el promedio mundial fijado en 0,74 kg. En Venezuela no existen cifras actualizadas ni precisas, aunque según INE (2013) el 2,28 % de los residuos eran reciclados.

Venezuela tiene la oportunidad de transformar su economía a una que se base en la producción, crecimiento, empleos de calidad y liderar la batalla contra el cambio climático. De la mano de empresas comprometidas con el reciclaje como primer paso, como es el caso de la empresa Plásticos Ecoplast.

Si no reciclamos, en 2050 habrá 12.000 millones de toneladas de desechos plásticos en el medioambiente. Según detalla Expansión, cada año producimos 300 millones de toneladas de residuos plásticos, lo que equivale al peso de toda la población humana. La meta es lograr al 100% aplicar las 3R: reciclar, reusar y reducir♻.

Empresas de gran potencial como Ecoplast favorecen esa economía, porque están comprometidas con el cambio a través de la producción y venta de productos que mantienen su valor y utilidad de modo permanente, desde la fase de diseño hasta el final de su ciclo de vida útil. Abogamos por un esquema de economía circular, ofreciendo una línea ecológica que puede ser reciclada y reciclable. En Ecoplast usamos tecnología de punta y nos apoyamos en más de 25 años de experiencia en el mundo del reciclaje, para ofrecer una alternativa a cada material, generando productos que pueden ser reutilizados una y otra vez. Esto permite ofrecer bienes y servicios que reduzcan el desperdicio de materias primas, agua y energía, como en los países de primer mundo.

El mundo se mueve en círculo

Holanda, por ejemplo, recicla el 80% de todos sus desechos con el objetivo de lograr el 100%, en el aňo 2050. Con este porcentaje de reciclaje, este país logra un nuevo modelo económico que propone utilizar los flujos de la naturaleza, donde nada se desperdicia y cerrar los ciclos productos con sostenibilidad y eficiencia. El reciclaje es el comienzo. En esta nación se entiende la economía circular como un concepto optimista, que ve oportunidad donde antes se veía un montón de basura.

Según la especialista holandesa Klaske Kruk, es hora de despedirse de la costumbre de usar y tirar: “la economía circular es la respuesta al cambio climático porque aspira a cero residuos y contribuye a bajar emisiones con la implementación de sistemas de trazabilidad, los productores siguen la pista a sus productos y son los más interesados en recuperarlos. Adiós a la cultura de usar y tirar”.

Una de las soluciones prácticas más recientes en Holanda es el teléfono inteligente “fairphone”. Este artefacto está fabricado con materiales de estaño, tántalo y tungsteno de minas certificadas del Congo. Un celular inteligente fácilmente reparable y hecho con material reciclado.

España también camina en esa dirección. Su estrategia para impulsar la economía circular pasa por reducir un 30% el consumo nacional de materiales, minimizar la generación de residuos un 15%, bajar a la mitad los desperdicios de alimentos e ir incrementando en 10% la reutilización de residuos municipales.

En general, el modelo económico y circular en la Unión Europea está dirigido hacia una producción y consumo responsable que le da valor a los productos, materiales y recursos para que se mantengan en la economía, durante el mayor tiempo posible, minimizando la generación de residuos.

En Latinoamérica, también tenemos como ejemplo a Chile y Costa Rica. La fundación Eurochile está trabajando en cuatro ejes para un Chile circular: obtención de materias primas, producción, consumo, servicios y gestión de residuos. El capital humano tendrá un rol importante en la transformación, así como tener conocimiento en ecodiseño, valorización de materiales y modelos de negocio asociados al reuso y remanufactura.

Costa Rica cuenta con un gran potencial para elevar valor a su economía circular trabajando en alternativas renovables para la sustitución del plástico de un solo uso. En este país se han multiplicado acciones, según el Ministerio de Ambiente, con la finalidad de reducir al mínimo la generación de residuos.

Y en la empresa privada también están haciendo esfuerzos importantes. “Tratamos de introducir el modelo de economía circular en Costa Rica, a través de la reutilización de aceite de vehículos, donde recuperamos el 85% de los componentes. Nuestra meta es que muchas empresas sigan nuestro ejemplo y que el modelo circular también se siga en el plan de descarbonización del Gobierno”, destacó Bill Abraham, director ejecutivo de la empresa Metalub.

Una economía circular no solo se logra ofreciendo productos de calidad con la más alta tecnología, sino apoyando e impulsando acciones y actividades para un cambio de actitud y de consumo responsable en la población. Una amplia e intensa educación ambiental es necesaria y en toda iniciativa que genere un cambio positivo ambiental, Ecoplast estará para apoyarlo.

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